jueves, 28 de enero de 2010

La ciudad de Esperanza




El viajero que desee alcanzar la ciudad de Esperanza habrá de recorrer un arduo camino. Son 49 jornadas en dirección a oriente las que la separan de aquí y en las que hay que atravesar primero un desierto de sal, luego un páramo azotado por vientos atronadores y finalmente enfrentarse a las caudalosas aguas el río Prou que circunvalan totalmente la ciudad y sobre las que nunca nadie logró construir un puente. Sin embargo no hay que temer ya que el viajero valeroso que realmente anhele llegar a Esperanza, encontrará un oasis en el desierto, refugio donde cobijarse en las frías noches del páramo e ingenio suficiente para convencer al barquero que mora en la ribera del Prou para que le pase a la otra orilla.


Son muchos los que ya a las puertas de la ciudad y tras haber pasado tantas pruebas, se quedan petrificados al descubrir que la ciudad de Esperanza está protegida por una cúpula cristalina de apariencia infranqueable. Muchos se dejan vencer por el desánimo pero son sólo los intrépidos y curiosos que se acercan a presenciar de cerca este artificio los que descubren con sorpresa que esta cúpula es de agua jabonosa. La ciudad de Esperanza está suspendida en el centro de una inmensa pompa de jabón que los viajeros atraviesan sin dificultad ya que el camino les ha vuelto ligeros enseñándoles cuál es el peso exacto de la vida. Ya en la ciudad es imposible distinguir a forasteros de los esperantinos. Todos están revestidos de la misma expresión de dicha contenida que les otorga el saber que Esperanza es la ciudad dónde comienzan todos los caminos.

7 comentarios:

Elena Prieto Urbano dijo...

Sublime

silencio dijo...

Qué bonito, y qué tan ciudad invisible! Quiero seguir leyéndolas...

Esperanza dijo...

No se puede pedir mas, que me plasmes tan poetico y que me sientas tan fuerte en un halago. Muchas gracias.

alicia dijo...

Decididamente quiero vivir en Esperanza. ¿Puedes darme un mapa, una brújula... una migración de pájaros silvestres?

Esperanza dijo...

Alicia,estoy en un isla verde dónde el sol de medianoche dura dos meses en primavera,yendo hacia el norte a la izquierda.

alicia dijo...

Esperanza, el camino está claro. Si sigo la estrella polar, derecho siempre derecho llegaré a ese país.. Abrazos de medianoche

Esperanza dijo...

Alicia. Exacto,siguiendo el camino que le late a una por dentro y ayudándose de las estrellas. Abrazos siempre, no sólo a medianoche. Y como dicen por aquí: Sleep tight.XXX.