domingo, 1 de noviembre de 2009

Misión

El hombre luce una inquietante sonrisa. “¿Hay algún problema?” Dice ella en un inglés casi inaudible. El hombre no contesta y vuelve a repasar con detenimiento la foto del pasaporte y su rostro como si se tratase del juego de las diferencias. Las palmas de sus manos empiezan a sudar. Se pregunta si habrán interceptado su equipaje. “¿Es la primera vez que viene a mi país?” Los otros no habían logrado pasar ¿y si ella tampoco? “Sí, la primera” No importaba. Tarde o temprano alguno pasaría. Sin abandonar su siniestra sonrisa, el hombre parece cotejar algún dato. Ella desgrana los segundos retorciéndose los dedos “Bienvenida. Siguiente”

Foto de aquí

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Me puse nervioso leyendo.
Pensaba que la iban a pillar.
No sé porqué la imaginé con buenas intenciones, espero no haberme equivocado.

Besos.

Sara Royo dijo...

He pasado a saludar y agradecerte la visita a mi blog.
Uf, casi la pillan... Enhorabuena por tu relato.
Un beso.

Unknown dijo...

¿Cómo no ponerse nervioso cuando todos siempre tenemos algo que ocultar?...