domingo, 16 de septiembre de 2007

En el Jardín Botánico


Esta mañana he ido al Jardín Botánico. Es increíble, el ruido de lo coches apenas se escucha.
Allí las personas callan y los árboles hablan en silencio. No es un mensaje claro, son palabras murmuradas a través del viento, como ancianas maliciosas que hablan entre dientes, para que sepamos que han dicho algo pero no nos quedemos con qué. Pero los árboles tienen blando el pecho y después de un rato te hablan ya de frente: hablan de cosas antiguas y húmedas, en general tienen poco que ver con los hombres.
Un sendero me lleva hasta las dalias que plantó Antonio José.
Inclinan la frente pesarosas como avergonzadas de su flamante cabellera, mientras unas abejas descomunales las visitan, aturdiéndolas con sus halagos hasta que sólo queda un zumbido en su cabeza.
Los cristales de los invernaderos esconden mundos secretos, de formas peligrosas. Invitan a caer en una concupiscencia primigenia, olvidada en el Edén. Los cactus se yerguen hacia un cielo ciego, con sus espinas apúntando a todos los lugares del mundo.

En el Jardín Botánico late la vida.

12 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Tienes un blog increible, Ariadna. Te visitaré con frecuencia.
Permíteme que te haga un poco de promoción en el mío (aunque creo que no te hace falta).
Gracias por tu visita.

Anónimo dijo...

Me gustó mucho este blog.
Te invito a mi colina.
Saludos cordiales.Antonio

El detective amaestrado dijo...

Coincido contigo...el botanico es una maravilla en medio del asfalto. Esa colección de olivos, esos invernaderos decimonónicos...

La Gata Insomne dijo...

Bellas fotos, bella flora, pero..más bellas palabras

de verdad que eres una escritora!!!!

besos

Lena yau dijo...

Qué texto tan hermoso!

Voy a ir al botánico.

Definitivamente.

sitos, Ari.

LA CARICATURA EXISTENCIALISTA dijo...

El post me recuerda un cuento de Clarice Lispector, sobre una mujer en el jardín botánico, aver..

http://www.lainsignia.org/2001/febrero/cul_083.htm

si, algo asi!, por ejemplo este fragmento

"A su alrededor se escuchaban ruidos serenos, olor a árboles, pequeñas sorpresas entre los "cipós". Todo el Jardín era triturado por los instantes ya más apresurados de la tarde. ¿De dónde venía el medio sueño por el cual estaba rodeada? Como por un zumbar de abejas y de aves. Todo era extraño, demasiado suave, demasiado grande. Un movimiento leve e íntimo la sobresaltó: se volvió rápida. Nada parecía haberse movido. Pero en la alameda central estaba inmóvil un poderoso gato. Su pelaje era suave. En una nueva marcha silenciosa, desapareció."

hace muchos años que no voy a un jardin botanico, tu post me lleno de nostalgia, salute!

Anónimo dijo...

El jardín Botánico, de Madrid, de Lisboa, de Paris es uno d emis sitios favoritos, porque son exactamente lo contrario que los vestíbulos de los aeropuertos, los no lugares por excelencia.

Te imagino sentada en uno de los bancos de la glorieta de Linneo, con un libro abierto sobre el regazo, pero sin leer, miestras te espían los mirlos (sí, esos pájaros negros de pico amarillo brillante)

Lansky

c.e.t.i.n.a. dijo...

La jungla del asfalto esconde refugios en los que buscar la paz interior, aunque cuesta encontralos.

Salu2

Elios dijo...

Un jardín botánico no deja de ser un oasis en medio de un desierto...

meirlauquen dijo...

Amo profundamente los espacios del alma , donde riego flores de mundos lejanos . Trato que el agua de mis pensamientos no traicione la generosidad del Sol de la vida ,mi socio del Jardín .

Insomne dijo...

...y a mi, me gustan las flores silvestres que campan por la mañana.. ¿verdad ariadna?

Y la visita de una amiga,
y un beso por la tarde,
y un abrazo sin medida,
y un antojo de verano,
y un hasta siempre mi vida,
y un tierno afan desmadrado bien guisado en la cocina.

...y a mi, hermana querida, me gustan los quehaceres sutiles lejos de la rutina..

Un besote a las 2:45 de la mañana.

Insomne
Pd. Nemo tambien es hijo, y por su condicion de pez.. insomne (que no haria un padre por su hijo)

Lansky dijo...

Tu post era muy bonito. Por eso me pregunto porque atrae tantos comentarios cursis y ñoños.

Ah, y los jardines botánicos no son simples oasis y excepciones del asfalto. Son lo que no podrían ser en un ámbito rural: productos auténticamente urbanos, donde cobran su sentido.

Saludos