Érase una ballena que soñó que volaba. Pero no volaba, realmente la alzaban mil indios ereicas sobre un manto mágico que tenía el poder de conectar con los oceános más profundos. Así fue como la ballena viajó al remoto y extinto reino de la Atlántida y conoció el secreto momento en que los hombres y las criaturas se hablaban y consoló las penas de muchos sintiéndolas como propias, porque una sola lágrima de ballena es capaz de ahogar y disolver todas las penas que caben en la vida humana
7 comentarios:
Hermosa leyenda. No nos vendría mal.
Abrazos
Debió existir alguna vez ese momento en que los hombres y las fieras se hablaban. Luego dejaron de hacerlo y llegaron los monstruos...
No hay imposibles para los aliados del viento.
Un beso.
Maravilloso. Por favor, una lágrima de ballena para renacer, aquí, ahora.
Es hermoso el canto melancólico de las ballenas...
Hubo un tiempo en que yo hablaba con un gato... Un dia, desaparecio...
Nunca volvio...
Un abrazo, amiga
Para disolver un poco mis penas haría falta que no dejes abandonado este blog
Besos
Publicar un comentario