sábado, 29 de mayo de 2010

La serpiente

Final de mayo. Ya. Una serpiente camina por mi calendario, ese que pego con ilusión ansiosa cada enero, en la pared del cubículo donde trabajo. Lo sujeto con cuidado con cinta de celo y dedico largo rato a examinarlo. Cuento las fiestas, compruebo los puentes, señalo cumpleaños. Escruto con detenimiento cada uno de los meses e intento adivinar los hechos que marcarán los días. Cuáles pasarán sin dejar eco en mi memoria (un martes más poblado de vagones, pantallas de ordenador y colchón frío), cuáles dejarán huella indeleble. En cuáles me acecha el enemigo. Si este año será el que contendrá la fecha de mi muerte, que sé inevitablemente escondida en las páginas de algún almanaque... O en cambio, cuales serán los días buenos, con la aventura aguardando tras la esquina mirándome azul. 365 oportunidades de olvidarme de mi misma. 365 oportunidades de cambiar algo, o no. Parecen muchas pero la serpiente devora implacable las noches y los días. Cada tachón en el calendario es una muesca en su piel . Piel dura, piel que no siente. Ella avanza sin tregua con voracidad salvaje de pesadilla, tragándoselo todo y sé que un día se lo tragará todo de verdad. Pero no aún.


Mayo ya.

Yo me visto de Lilith.

6 comentarios:

Candela dijo...

Aún no, por favor!

Te echaba de menos.

Ico dijo...

Soy incapaz de mirar un calendario y predecir, anotar, esperar que suceda algo, siendo como son los días una auténtica sorpresa, un disparate, un dislate...¡Qué afán organizativo¡
Curioso que sea la serpiente, ese símbolo de la tentación del deseo la qu acabe devorándolo todo...
¿ has oido, "soñó con serpientes" de Mercedes Sosa?

El mejor profeta del futuro es el pasado dijo...

Atrapados por el tiempo que se nos escapa :) Me gusta el texto!!!

alicia dijo...

La voracidad de esa serpiente es inagotable... pero necesaria para estrenar un nuevo calendario. Tantas casillas en blanco, el deseo de avanzar y permanecer, sin embargo, inmóviles..
¡Qué interesante la figura de Lilith! Seguro que nosotras también nos hubiéramos ido del Paraíso dando un portazo :o)
Besos
(me ha gustado mucho este texto)

Pablo aka Che dijo...

Espera, ¿dices que una serpiente repta por la moqueta, atraviesa sigilosa por bajo de sillas y pies, sube por tu mesa, se encarama al calendario y debora tus días?

Creo que voy a abandonar la costumbre de descalzarme en la oficina.

isis de la noche dijo...

El paso del tiempo que se desliza silencioso... Su siseo, que a veces es casi imperceptible y otras abrumador, nos recuerda que... No. Aún no llega el momento. Así que todo es posible.

Todavía..

besos!