Despertar en la mañana y descubrir la sorpresa de que algo ha cambiado mientras dormías.
Detenerse en la danza lenta de los copos atravesando el resplandor de las farolas aún encendidas a esa hora del amanecer.
Seguir su viaje manso hasta el suelo.
Ver como se unen a miles de diminutos copos idénticos que visten la calle de una atmósfera nueva.
Un perfil blanco lleno de paz y de silencio
5 comentarios:
Ah... un níveo embeleso ;)
preciosa imagen la de las palabras y la de la foto ;)
besos
qué bien lo has dibujado. Casi se puede caminar sobre la nieve de tus palabras y sentir esa blandura de plumas y frío. Me encanta esa sacudida de copos!
Sobre todo, el silencio...
hoy seré un copito más que juega con la brisa en la caida y disfrutaré del viaje que narras...
Siento profanar este sosegado deleite, pero aviso: la nieve de hoy es la mierda blanca de mañana...
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