sábado, 19 de septiembre de 2009

Un joven poeta recuerda a su padre

Ahora ya sé que pasé por tu vida
como pasan los ríos debajo de los puentes,
indiferentes, turbios, orgullosos,
con la trivialidad desdibujada
de las pequeñas cosas que parecen eternas.

Muchas veces lo obvio
se oculta tras un halo de extrañeza,
tras la costumbre lenta, indistinguible
del aura fugitiva de las vivencias únicas.

Es díficil saber
que la belleza abrupta del vivir cotidiano,
tan desinteresada de sí misma,
nacidad sin clamor ni pretensiones
es en esencia tan mágica y rotunda
que resulta imposible de imitar a propósito.

Y es aún más dificil
comprender que la fiesta de las cosas sencillas
casi siempre termina
mucho antes que la voluntad del festejado.

Inmóvil vi pasar ante mis ojos
el desfile callado de tu vida
con tus sueños cansados en otoño,
tus alegrías de puertas para adentro
y tus desvelos discretamente cálidos.
Creo acertar si digo
que nunca te di nada que no fuese
un préstamo a mí mismo.
Te pedí, sin embargo, tantas cosas.

Hoy, inmóvil de nuevo, asisto inerme
a este desfile amargo de tu ausencia
mientras mi corazón, dividido y atónito,
comienza a descubrir como el poeta
que la vida va en serio.

Te recuerdo. Hace frío.
Y el frío me devuelve
aquella forma tuya tan sutil
de ofrecerme a la vez un corazón errante,
la suerte en un casino de Las Vegas,
la lluvia en el desierto,
los versos de Machado en un suburbio.

Ahora ya sé que pasé por tu vida
indolente y confiado, sin asombro,
como suelen vivivir todos los hombres
que no conocen todavía la pérdida.

Raquel Lanseros, Los ojos de la niebla


Raquel Lanseros es filóloga, traductora y sobretodo poetisa. Ha publicado Leyendas del Promontorio (2005), Diario de un destello (2006), accesit del premio de poesía Adonais y Los ojos de la niebla (2008) XXII Premio Unicaja de poesía. Raquel estará está noche recitando poesía junto con otros autores en la Residencia de Estudiantes en la Noche en Blanco

6 comentarios:

ángel dijo...

Espléndido y doloroso poema.

Gracias.

Paris Quelart Budó dijo...

Bonito.

J. G. dijo...

delicia textual

Anónimo dijo...

Mis ojos masticaron dichos versos.
Me quedó un maravilloso sabor.

Isa Segura B. dijo...

Gracias por este descubrimiento, porque la vida va en serio y las letras son su mejor abrigo.
Un beso.

Ley dijo...

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