martes, 19 de mayo de 2009

Hoy se escapó un gorrión

Llegó hasta mí de contrabando cuando apenas era una niña. Yo compartía pupitre con Lilia, la chica más enviada de mi clase de los 12 años. Lilia era alta, con aires de gacela y a mi me parecía muy guapa a pesar de los granos. A esa edad la moda era escribir versos en la carpeta compitiendo por quien los tenía más románticos o ingeniosos. Un día Lilia me mostró un poema que empezaba:

Si te quiero es porque sos

mi amor, mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos


Yo abrí mucho los ojos, señal inequivoca de que algo me maravilla y Lilia añadió con voz modesta: "Lo he escrito yo". En aquel momento Lilia se convirtió para mí en un monstruo fabuloso capaz de penetrar el alma humana. Eso sí, nunca comprendí el por qué empleaba el vos o esos tiempos verbales alterados, en fin a quien le importaba, ella era un genio.

Un par de años más tarde descubrí que un señor uruguayo le había plagiado el poema a mi amiga Lilia ¡Qué vergüenza! Movida por la curiosidad leí el resto del libro de poemas de aquel tipo valorando hasta donde podría llegar su desfachatez. Luego leí libros de prosa acerca de alegrías maltrechas y pactos de no agresión con Dios, leí libros de patrias caidas casi en el olvido, leí tanto que Lilia y su carpeta de poemas se alejaron por el bosque brumoso de mis recuerdos, dejando en sus lugar la figura brillante de un señor con apellido italiano

Pasaron los años y una noche un muchacho en una discoteca me recitó al oido un poema que decía "No te salves". Yo ya estaba prevenida y supe al instante que el mérito no era del muchacho, me recordé a mí juiciosamente que en aquel momento el plus emitía 8 pases del "El lado oscuro del corazón", y me enamoré de él con gana y me desenamoré de él (otra Lilia al fin) poco después a conciencia. En esa película no pude dejar de fijarme en el entrañable señor que con gran pasión le recitaba poemas en alemán a una señorita en el burdel donde se encontraban los protagonistas ...





Lo años pasaron y esta vez me toco conquistar a mí y seguí las recomendaciones del que ya se había convertido consejero en la sombra y te miré mucho tiempo y memoricé uno a uno los lunares de tu piel y construí con palabras y aprendí como eras y te quise como eras ya de lejos hasta que llego la suerte y un día me necesitaste y fui y sigo a tu lado y aun a veces, desnuda y en lo oscuro, puedo desbaratar la muerte.

Hace unos años acudí casi en peregrinación a la feria del libro, para encontrar a áquel que tantas pinceladas de color me había regalado sin saberlo. Tras una cola de hora y media bajo el cruel sol madrileño, llegué frente a él con mi pila de libritos negros. Me entristecí de primeras porque le encontré desdibujado, los años y la enfermedad había dejado huella en él. Llevaba un feo moratón en la frente. Pero cuando le extendí mi libro alzó la mirada y me preguntó el nombre y una luz pícara se asomo a ellos tan llena de vida como la que muchos no se atreverán nunca a vivir. Me dedicó tres palabras escasas pero que rebosaban de ternura e inteligencia.

Hoy se ha ido volando como un gorrión, pero dejando una huella de pájaro en muchas vidas y la mía sigue y estoy segura de que llegarán muchos momentos que podré vivir al arrullo de sus letras y solo puedo darle las gracias, aunque me deje un poco huérfana

6 comentarios:

(* dijo...

Alas y cielo para volar.

Anónimo dijo...

Pues que vuele libre.
Un abrazo grande.

Alimontero dijo...

Tus palabras testimonian mas que la imagen o recuerdo de un gorrión...y éso es lo que importa..
Guarda esas tres palabras en tu corazón y agradece esa oportunidad...yo nunca lo vi en persona!

Bello y sencillo saludo/despedida!

Ali

Walter Portilla dijo...

Me encantó el título de tu entrada, Ariadna. Claro que el contenido de lo escrito y el homenaje a Benedetti también es sumamente bello. Cómo no hablar de belleza y ternura cuando nos referimos a él, es imposible no hacerlo.
Te devuelvo la visita para conocernos y decirte que me agrada saberte inmersa en la poesía, a mí me vive!
Un abrazo enorme.

silencio dijo...

Bonita mía, yo no sé si es que te creces ante las "dificultades" (léase día dos de julio), pero te superas cada día. Esto es muy bueno, pero que muy bueno. Te felicito, de verdad, estoy maravillada.

Qué bonito gorrión voló libre.

Anónimo dijo...

esta será para siempre una primavera con una esquina rota... gracias por hacer aquella cola y conseguir otras tres palabras para mi.
alicia