sábado, 23 de febrero de 2008
Cándida
La culpa la tuvo la puñetera bolsita de plástico que Loli se empeñaba en poner en el cesto, por si tiraban chicles. Había tirado colillas en aquel sitio cientos de veces y nunca había pasado nada. Mira que se lo había dicho veces, que no pusiera bolsita, que quedaba fatal y no le gustaba a los jefes, que qué importaba si se pegaba un chicle, además aquello no era un colegio. Los bomberos estaban investigando y ya se había pedido la lista de quién quedaba en el edificio. Menos mal que nadie sabía que ella fumaba. Lo de la hierba lo tuvo siempre bien escondido. Quién iba a sospechar de ella, con un poco de suerte se la cargaba el vigilante, pero por si acaso tendría que hablar con la policía. Decirles que aquel chico era un porrero, un drogadicto, le había visto cientos de veces fumando por las noches cuando no quedaba nadie en el edificio. Siempre bebía Aquarius de naranja. Recordaba bien la lata vacía que había en el cesto. Pobre chico, le caía bien.
Etiquetas:
ficción
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5 comentarios:
If these are your photos, you are amazing.
Hi, look here
qué fría!!!!!
jaja
Me gustó.
Más.
Más!
Más!!!!!!
A mí también me gustó! Un besito muy fuerte
me encanta!!!!!
eres una mierda, pobre Bruma con una madre psico!!!
besos voy a ver si puedo bajar el video, muero por ver a mi ahijada!!!
besos
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